A fines del Siglo XVIII y principios del
XIX, comenzó en la zona que corresponde a la actual plaza Primera Junta, el
fraccionamiento de pequeñas quintas, cuyas dimensiones oscilaban entre una y
diez hectáreas. Llegaban por entonces los primeros inmigrantes, y uno de ellos,
D. Nicolás Vila, ingresado al país en 1813, compró un lote de terreno sobre el
camino real del oeste, (actual avenida Rivadavia). En ese amplio terreno
edificó una casa que se denominó “esquina del caballito”, en la actual Rivadavia
y Emilio Mitre, origen del nombre del barrio.
La historia narrada por Teodoro Vila, hijo de D. Nicolás, la publicó
en 1904 “El Heraldo del Oeste”, periódico de circulación local, de allí la tomó
y difundió el tradicionalista Manuel Bilbao.
Recordaba Teodoro Vila que cierto día,
habiendo ido su padre a un corralón en el que compró una ballenera vieja, la
desarmó, y con los tablones de la obra muerta construyó su casa. Hizo un palenque, que ubicó en la misma
esquina, y en el ángulo de ese palenque clavó el palo de la embarcación, en
cuya perilla colocó, como en aéreo pedestal, el célebre y auténtico caballito
de latón de hierro que existe; y hoy
conserva, el Museo Histórico de Luján.
La construcción erigida por el Sr.
Vila con la intención de que funcionara como pulpería y posta para el recambio
de las caballerías que circulaban por el camino real del oeste, era muy
reconocida también por los “ravioles” que D. Nicolás preparaba los domingos.
La veleta se comenzó a utilizar como
referencia geográfica, “antes del caballito”, “pasando el caballito” etc. y así
se fue divulgando el nombre que terminó por identificar a todo un vecindario.
Este predio formado por Rivadavia, Polvorín, Provincias Unidas y Tres Angelitos (las actuales avenida Rivadavia, Emilio Mitre, avenida Juan Bautista Alberdi y Víctor Martínez) cambia de manos en varias oportunidades. Su propietario era el doctor José Víctor Martínez Maderna (1823 – 1901); abogado; jurisconsulto; diputado a la Legislatura de Buenos Aires en 1852, 1855 y 1863, senador en 1868, ministro, presidente de
Zona semirural con quintas,
caballerizas, hornos de ladrillos y muchos terrenos baldíos, era un lugar que
crecía al impulso del ferrocarril -que llegó en 1857- y de las oleadas
inmigratorias europeas, en especial las que provenían de las diversas regiones
de Italia.
El 2 de septiembre de 1903 se colocó la piedra fundamental del templo en
el terreno cedido. Se estableció que tendría como celestial patrona a Santa Julia pues fue intención del donante,
homenajear a Da. Julia Gamboa de
Martínez, su esposa.
Fueron los padrinos
de este acontecimiento el entonces presidente de la Nación, teniente general
D. Julio Argentino Roca y el doctor Mariano Rufino Martínez Gamboa. Las madrinas
fueron la Sra. Julia
Sabina Gamboa vda. de Martínez y Da. Emilia Noel de Ramos
Otero.
El martes 8 de septiembre de ese
año, el arzobispo de Buenos Aires monseñor Mariano Antonio
Espinosa, bendijo la piedra fundamental y
un año después, el domingo 2 de
octubre de 1904, el mismo prelado procedió a la bendición del nuevo templo.
Apadrinaron la
ceremonia Da. Julia Gamboa vda. de Martínez, Da. Emilia Noel
de Ramos Otero, el doctor D. Mariano Rufino Martínez y D. Carlos Eduardo
Martínez, hijos estos dos últimos del doctor Víctor Martínez.
Da. Emilia Noel, de nacionalidad
uruguaya, fue hija del francés Carlos Noel, fundador de la fábrica de dulces
Noel en nuestro país, era viuda de Ignacio Ramos Otero, con quien había casado
el 27 de noviembre de 1864.
Por
auto pastoral del 28 de octubre de 1904 se le asignó la categoría de
vice-parroquia con dependencia de la de San Carlos ; el 18 de enero de 1913, monseñor
Espinosa la erige en parroquia.
¨Francisco Justo Maderna Un mártir en la defensa de Buenos Aires en 1807¨
https://pilarenlahistoria.blogspot.com/2015/09/francisco-justo-maderna-un-martir-en-la_19.html
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